lunes, 1 de junio de 2009

Doparte no es deporte ni algo más......


Cuando uno piensa en la palabra doping, inmediatamente lo asocia con el deporte. Sin embargo, existen otras actividades distintas en la vida donde también es posible coger atajos. Así, en cualquier proceso selectivo donde efectos adversos como los nervios, cansancio, insomnio o falta de concentración puedan influir en el resultado final, existen principios activos para combatirlos. 

Pensemos por ejemplo en una oposición o en un examen, sin duda el poder disponer de una mejor concentración y de una mayor capacidad de memoria va a encaminarnos hacia unos mejores resultados. El problema radica en que entonces el organismo se fuerza más de lo recomendable. Esa es la esencia del problema, cuando la competición pone en riesgo la salud.

El dopaje entre los estudiantes u opositores ha evolucionado desde las anfetaminas (años 70 y 80) y sus derivados (años 90), como el principio activo del fármaco Katovit, hasta los fármacos prescritos para personas con patologías como el alzheimer, hiperactividad y demencia senil o con problemas como el insomnio y trastorno del ritmo cardiaco (siglo XXI). A este tipo de fármacos se les conoce como drogas inteligentes o nootrópicas. Muchas de ellas se pueden comprar en la farmacia con receta médica o a través de Internet.
  • Dexedrine® o Stild® (sulfato de dextroanfetamina): el organismo trabaja de manera superior. Aumenta la capacidad de memorizar y disminuye la sensación de fatiga. Se recetaba originalmente en pacientes con hiperactividad o narcolepsia.
  • Katovit® (clorhidrato de prolintano): sobreexcitación del cerebro que mejora de la capacidad de concentración y, por tanto, la capacidad de aprendizaje. Disminución de la necesidad de descanso. Retirado del mercado farmacéutico.
  • Ritalin® o Rubifen® (metilfenidato): Mejora la capacidad de concentración. Se receta para jóvenes con hiperactividad.
  • Sumial® (propanolol): regula el ritmo cardiaco. Templa los nervios y relaja. Se receta, entre otras finalidades, para paliar los síntomas de ansiedad.
  • Provigil® o Modiodal® (modafinilo): mejora el estado de alerta en personas con trastornos del sueño. Se receta para personas que padecen somnolencia diurna asociada con narcolepsia o con hipersomnia primaria.
  • Ampaquinas: La mayoría de estas moléculas están en fase de investigación en enfermedades como la demencia senil o el alzheimer. En individuos sanos aumentan la capacidad intelectual.
Todas ellas presentan efectos secundarios. En muchas de ellas se tienen dudas sobre su efecto real o el posible efecto placebo que ejercen. Además, por lo general, producen tolerancia en el organismo, necesitando aumentar la dosis para tener el mismo efecto, al igual que la cafeína.

Definitivamente, parece desaconsejable su uso como dopaje intelectual. Pero ¿y si te jugases el futuro en un examen u oposición frente a gente que puede tomar atajos? ¿Sería entonces desaconsejable o merecería la pena entonces el riesgo? Obviamente, el riesgo merece la pena si el resultado es más importante que las posibles secuelas. Por tanto, siempre habrá gente a la que le compense este tipo de doping.


Bibliografía recomendada:

  • M. D. Ward Dean, Jonh Morgenthaler, "Smart Drugs and Nutients" 1991, smart publications, Petaluma, California. 
  • M. D. Ward Dean, Jonh Morgenthaler, Steven Williaw Fowkes, "Smart Drugs: the next generation" 1993, smart publications, Petaluma, California. 
  • Juan Carlos Ruiz Franco, “Drogas inteligentes. Plantas, nutrientes y fármacos para potenciar el intelecto” 2005, editorial Paidotribo S. L., España. 
  • Barbara Sahakian, Sharon Morein-Zamir, Nature 2007, 450, 1157-1159. 
  • Brendan Maher, Nature 2008, 452, 674-675. 
  • Henry Greely, Barbara Sahakian, John Harris, Ronald C. Kessler, Michael Gazzaniga, Philip Campbell, Martha J. Farah, Nature 2008, 456, 702-705.









2 comentarios:

  1. Un artículo de opinión muy interesante. Me lleva a pensar ¿cómo se podría combatir este tipo de dopaje? ¿estos farmacos surgieron de la demanda de la sociedad? Si es así, podría uno pensar ¿son correctos los métodos actuales de evaluación?

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  2. Esta claro que si uno se lo propone puede sacar ventaja con este tipo de fármacos. Qué si son correctos o no los métodos de evaluación, pues supongo que no....pero se me antoja muy complicado que se pueda hacer algo al respecto. Lo que si es verdad es que en el ajedrez ya existe antidoping y se trata de una actividad intelectual.

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